lunes, 11 de agosto de 2008

"Acuerdo Nacional por la Constituyente Juvenil"

Difundido por: "Acuerdo Nacional por la Constituyente Juvenil"


Jóvenes por el país que soñamos...

El Acuerdo Nacional por la Constituyente Juvenil, es un espacio que agrupa a más de 140 organizaciones de la Costa, Sierra Amazonía y Galápagos. Los y las jóvenes que lo conformamos nos encontramos trabajando desde el mes de febrero del 2007 en la elaboración de una propuesta política del país que soñamos.
Como parte de este trabajo de articulación y posicionamiento de las y los jóvenes como actores/as del cambio social y político que vive nuestro país, hemos elaborado el Mandato Juvenil, una propuesta que desde la mirada juvenil que mantiene una visión amplia e incluyente.
Este proceso, es parte de un continuo que se remonta a la participación de los y las jóvenes en la Asamblea de 1998.
Durante este último año, en el que el ANCJ ha sido visible y se ha posicionado en la discusión pública y política sobre temas trascendentales para el país, también hemos trabajado para generar un diagnostico de la realidad que vivimos como jóvenes en el Ecuador, para elaborar una propuesta de los elementos que creíamos debía contener la Nueva Constitución y que ahora constituye nuestra Agenda Política, por la que incidiremos política y públicamente.
A lo largo de estos 9 meses hemos seguido con atención el trabajo al interior de la Asamblea, entregamos el Mandato Juvenil formalmente en Montecristi, e hicimos llegar nuestras opiniones y demandas a través de cartas públicas, boletines, y contacto directo con los/las asambleístas.
Luego de todo este proceso y una vez finalizada la redacción de la propuesta de Constitución, podemos decir que hemos logrado cumplir algunos de los propósitos planeados dentro de nuestro Mandato.
Para nosotros y nosotras, jóvenes ecuatorianos y ecuatorianas, el mayor logro de este proceso, ha sido el reconocimiento de las juventudes como sujetas de derechos. Este ha sido el triunfo de una lucha histórica juvenil que reclamaba ser visible dentro de la vida política del país y de la normativa legal. Es parte de una reivindicación histórica que hemos impulsado en cooperación con otros grupos sociales, por el cambio en temas de importancia para el Ecuador y el mundo. Por esto, el artículo 39 del proyecto de constitución, para nosotros y nosotras es un intento por garantizar a la juventud un mejor marco de desarrollo social y político:

Art. 39.-El Estado garantizará los derechos de las jóvenes y los jóvenes, y promoverá su efectivo ejercicio a través de políticas y programas, instituciones y recursos que aseguren y mantengan de modo permanente su participación e inclusión en todos los ámbitos, en particular en los espacios del poder público.
El Estado reconocerá a las jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del país, y les garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre, libertad de expresión y asociación. El Estado fomentará su incorporación al trabajo en condiciones justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo y la promoción de sus habilidades de emprendimiento.
Sin embargo, nuestra propuesta para la Constituyente, como ya lo hemos dicho, no se limitaba a demandas sectoriales, sino que creíamos y creemos que la Constitución debe sentar las bases de un nuevo Ecuador.
En este sentido además de la referencia específica a juventud, nosotros y nosotras reconocemos en la propuesta de Constitución avances en ese Ecuador que soñamos. Es la construcción de un marco legal amplio, incluyente y diverso en su declaración de derechos, el mismo que ha sido una gran aspiración, tanto desde la juventud como de otros grupos y movimientos sociales.
En el Proyecto de Nueva Constitución encontramos gratuidad en la educación hasta la universidad, derechos de salud, a la comunicación y el agua como derechos humanos, la visión sistémica del Estado y algunas herramientas que permitirán garantizar el efectivo disfrute del concepto de buen vivir.

Así mismo reconocemos el esfuerzo de asambleístas que defendieron los derechos sexuales y los reproductivos, para que los intentos que otros y otras impulsaron no se cristalicen en retrocesos a las conquistas que desde la movilización logramos en 1998.
Consideramos importante resalta como triunfo de la lucha social dentro de este proceso, la declaración del Ecuador como un país soberano, plurinacional y laico; que privilegia la integración latinoamericana, que es un territorio de paz por lo que no admite la instalación de bases militares extranjeras; que respeta la diversidad y prohíbe todo tipo de discriminación; que asegura a sus habitantes la soberanía alimentaria, el derecho a una vida digna y a seguridad social universal; que promueve la corresponsabilidad en el trabajo doméstico y un proceso permanente de construcción del poder ciudadano a partir de la participación protagónica de la ciudadanía, el control popular de las instituciones del Estado, el derecho a la resistencia y el voto facultativo para las y los adolescentes.
Este proyecto de Constitución asegura el respeto a los derechos de la naturaleza, de quienes mantienen uniones de hecho con personas de su mismo sexo y de los sujetos colectivos.

El concepto del Buen Vivir, Sumak Kawsay, que se traduce entre otros aspectos en sentar las bases para el desarrollo de un sistema económico justo, democrático, productivo, solidario y sostenible, basado en la distribución igualitaria y equitativa de los frutos del desarrollo, de los medios de producción y en la generación de trabajo digno, estable, justo. La prohibición de toda forma de precarización laboral, el reconocimiento de la licencia por paternidad. El reconocimiento como labor productiva del trabajo no remunerado de auto-sustento y cuidado humano que se realiza en los hogares.

El establecimiento del Derecho a la Objeción de Conciencia, como derecho fundamental y la eliminación del Servicio Militar Obligatorio para en su lugar la instauración del Servicio Militar Voluntario.

No creemos que la Constitución sea perfecta, ni que todas nuestras demandas estén expresadas en la misma. Sabemos que se pudo avanzar mucho más en la construcción del país que soñamos, creemos que debió haber un mayor compromiso con las demandas históricas de los movimientos sociales y entendemos que queda un largo camino por recorrer y que es necesario seguir luchando. Sin embargo consideramos que esta nueva constitución es un inmenso avance en los derechos de las mayorías, pero su aplicación depende de la victoria del SI. Solo entonces estaremos posibilitados todas y todos para potenciar nuevos cambios por venir. Este reto es también nuestra posibilidad de avanzar. El sueño por construir un país Laico, Diverso, Sustentable, Libre, Equitativo, Participativo, Justo, Incluyente, Soberano y Objetor.

En adelante seguiremos trabajando por la aprobación de la nueva Constitución, que es resultado de las movilizaciones sociales desde los 90 cuando el movimiento Indígena se levantó y se fortaleció junto con la oposición popular a los gobiernos corruptos y oligarcas. Por ello promoveremos por el apropiamiento de los y las jóvenes de la misma, desarrollando mecanismos de exigencia de derechos e impulsando todas aquellas demandas que han nacido de la realidad en la que vivimos los y las jóvenes.
Para nosotros y nosotras estas son razones suficientes para pronunciarnos a favor de la aprobación de la nueva Constitución.

Atentamente,
Acuerdo Nacional por la Constituyente Juvenil
Jóvenes por el país que soñamos

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