miércoles, 6 de agosto de 2008

Clero y Modus Vivendi

Artículo escrito por Hernán Reyes Aguinaga diario El Telégrafo.

"No haremos campaña contra la Constitución del 2008 y peor política partidista”, afirmó con seguridad Monseñor José Mario Ruiz en la televisión. Sin embargo, la “catequesis constitucional” emprendida por la cúpula de la Iglesia contradice abiertamente sus palabras. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) ha optado por seguir defendiendo el “status quo”, lo que en épocas pasadas le valió la hostilidad de liberales y anticlericales. Ya el domingo último, en varios templos del país, se oyeron frontales intervenciones de feligreses pidiendo que los sermones de púlpito no toquen temas que no les competen. Históricamente, los prejuicios que la CEE mantiene en contra del nuevo texto constitucional se originan en lo que el teólogo Gustavo Gutiérrez llamó “estado de ghetto” en el que había caído una iglesia elitista y encerrada en estériles discusiones metafísicas, apegada a sectores de poder, como un “matrimonio de ancianos”. Esta posición se había enfrentado décadas atrás a una “nueva cristiandad” que había tomado la opción por los pobres. La figura de Monseñor Leonidas Proaño todavía respira en la memoria de millones de “Monseñor Leonidas Proaño todavía respira en la memoria de los sectores empobrecidos” indígenas y sectores empobrecidos a los que dedicó su vida. Ahora, de nuevo, seguramente miles de católicos y católicas ven en el texto de Montecristi un camino en la búsqueda de la justicia social en el reino de este mundo. ¿Desde qué prejuicios opera la cúpula eclesial? La CEE confunde Estado con Gobierno, y se dice maltratada por Correa, olvidándose que precisamente fue Correa quien tuvo que ceder ante sus pretensiones de incluir el nombre de Dios en el preámbulo constitucional, así como incorporar al pie de la letra otras “sugerencias” que la dirigencia episcopal en dúo con evangélicos extremistas habían impuesto, so pena de hacer una furibunda campaña en contra de la nueva Constitución, sin importarles un ápice el resto del articulado. Muchas voces públicas han tenido que recordarle con dureza a los obispos de la CEE que el Ecuador es un Estado Laico, y que desde 1937 existe el acuerdo Modus Vivendi que aparta al clero de las “competiciones políticas”. Hoy emerge la coincidencia ideológica del discurso de la CEE con partidos de la derecha neoliberal cuyo enemigo supremo fue el Estado y ahora es Correa, ¿Acaso no encaja con la caridad cristiana y con la justicia social el nuevo modelo de la “economía social y solidaria” que propone la Constitución 2008? ¿Cómo defiende la Alta Curia solamente a una “familia tipo” si hay miles de familias diversas en el país: familias de jefatura femenina, familias trasnacionales, familias sin hijos, familias rehechas con una segunda pareja que quizá tienen sus propios hijos? ¿Por qué quieren negarles a las mujeres el derecho a tener los hijos que quieran y a planificar el tamaño de la familia? Seguramente por estos prejuicios, miles de fieles católicos, en contra de ciertos catecismos dominicales retrógrados, defenderán su derecho al “buen vivir”. Quizá vivimos la hora de un recambio generacional político y también religioso. Enhorabuena.

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